DEATH PROOF: UN PASTICHE DEL CINE B

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NOVIEMBRE: CINE DEL EXCESO

Viernes 2 Noviembre
DEATH PROOF, Quentin Tarantino, EE.UU, 2007

CAMINARÉ COMO UN CABALLO LOCO, Fernando Arrabal, Francia, 1973

Viernes 9 Noviembre

PLANET TERROR, Robert Rodriguez, EE.UU, 2007

TAXIDERMIA, György Pálfi, hungría, 2006

Viernes 16 Noviembre
SALÓ O LOS 120 DÍAS DE SODOMA, Pier Paolo Pasolini , Italia, 1975

MALDITO POLICÍA, Abel Ferrara , EEUU, 1992

Viernes 23 Noviembre

CORAZÓN SALVAJE, David Lynch , EE.UU, 1991

SATÁNICO PANDEMONIUM, Gilberto Martínez Terror, México, 1975

Viernes 30 Noviembre
LA MONTAÑA SAGRADA, Alejandro Jodorowsky

SANTO GRIAL, Monty Python, Inglaterra, 1975

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Metamorfosis del cuerpo Viernes 26

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Metamorfosis Cheka Viernes 19

Otesánek corresponde a un cuento Cheko adaptado por el maestro de la animación stop motion, Jan Svankmajer. Esta realización de ficción es uno de los relatos más estructurados de la obra de este director, donde se expone la transformación de la materia por parte de un ser inanimado en un monstruo voraz que va devorando a toda su familia hasta convertirse en una amenaza, observado dócilmente por una niña.

Monstruo barroco, que va permanentemente mutando, mostrado sutilmente por una cámara insana, que devela la puesta en escena por momentos macabra.

"El pequeño Otik" como es también conocida esta obra, es llevada a un relato más accesible para un público fuera de la órbita de europa del este que ya conocía su trabajo junto a otros voraces seguidores de su obra como The Quay Brothers, quienes en su recopilación "the gabinete of dr. Svankmajer " rinden un serio homenaje al mundo creado por Jan.

Con un corpus de cortometrajes desde los años 60, Svankmajer instala temas disidentes al interior de Chekoslovaquia, como la incomunicación de los poderes y la cumunidad cheka, la pérdida de sencibilidad y sobre todo la soledad del ser humano. No es posible describir el macabro y deslumbrante mundo narrado de Svankamjer, sin caer en tomar sólo fragmentos descontextualizados de su sentido irónico y sencible, obeservatorio de su entorno político.

Para iniciados en esta obra, Otesánek es un desayuno bastante excesivo, expositor de operaciones creativas que se forjan a la luz de su antecesor, Jiri Trnka, escapan de la animación instalada por la industria, llena de concesiones y reduccionista estrategias.

Junto al pequeño Otik exhibiremos otra pieza extravagante, esta vez del mismo país, en ese entonces Checoslovaka, como "The cremator" de Juraj Herz's, film de culto, ficción con una puesta en escena de horror, acríptica y deslumbrante.

Este Viernes 19 desde las 21:00hrs en INSOMNIA, Sala alternativa de Cine Arte.

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ESTRENO DEL ULTIMO DELIRIO LYNCHEANO

Extraño y grato es esperar casi de forma obsesiva la llegada de una nueva pieza de un autor predilecto, esta vez es el turno de Valparaíso, para recibir la última pieza facturada por el creador de lo siniestro en el cine post moderno: David Lynch con su INLAND EMPIRE

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UN FESTIN DESNUDO EN INSOMNIA

ESTE VIERNES 5 DE OCTUBRE, INSOMNIA Y DAVID CRONENBERG TE INVITAN A ALMORZAR

Hagan la prueba: agarren una copia de “El Almuerzo Desnudo” de William S. Burroughs. Luego, con cualquiera de sus dedos elijan una página cualquiera y ábranla. Lean cada palabra y experimenten la muerte de sus sentidos y la ética que les quedaba. Con gran conmoción, en 1959, se publica la novela, dentro de un ambiente enardecido que se iniciaba una batalla judicial, enormes protestas por la enorme basura y el crimen contra la moral y las buenas costumbres que significaba el texto de dicho autor.

Tales hechos no podían pasar desapercibidos por uno de los favoritos de INSOMNIA, David Cronenberg (“Videodrome”, “Scanners”, “Una Historia Violenta”) que en 1991 adapta esta obra literaria inadaptable al celuloide, y por supuesto, nosotros no podíamos permitir que los insomnes quedaran sin este delirio. Abriendo nuestro ciclo de “Metamorfosis”, la película protagonizada por un magnífico Peter Weller (más conocido como Robocop) entrega una delicia que no se encuentra en cualquier menú de restaurante pero que sin duda alguna los dejará más que satisfechos por varios días... severos días.

La película narra más bien la historia de cómo Bill Lee (el alter – ego y pseudónimo de Burroughs) escribe el libro en un supuesto lugar llamado la “Interzona”: lugar en el que viven todos los criminales y marginados del mundo occidental. Paisajes inimaginables en los que la adicción a las drogas (al insecticida en esta película), el sexo, el cínico repudio al homosexualismo, paranoia, la ambigüedad del ser vivo (porque de humanos no tienen nada) y las máquinas de escribir – insectos (bichos que tienen teclas que además de escribir les provocan orgasmos) llenan el cotidiano vivir del autor y al que llega luego de ejecutar ciertas misiones encargadas por un escarabajo que habla por el ano y es drogadicto; y una muy extraña relación con su esposa, adicta al insecticida con el que Bill Lee trabaja para exterminar, justamente, insectos (aunque en realidad termina matando todo pensamiento racional). De ahí en adelante, comienza una historia que no tiene intenciones de cooperar en descifrar sus claves ni de aclarar la sanidad mental, e incluso realidad de sus personajes. Un film en el que las explicaciones ni siquiera deberían pedirse, y termina más viviéndose que meditándose.

“Naked Lunch” se encarga, por medio de las vivencias del autor, de los pasajes del texto y la propia mano de Cronenberg, de ingresar al espectador en un mundo en que la línea entre ficción y lo real es prácticamente inexistente, con pasajes en los que la marca del director, esa mutación y tecnología (insecto – máquina), la carnalidad, placer y la monstruosidad dan el toque perfecto a un banquete que se traga con los ojos bien abiertos y sin preguntar que comemos, por el bien nuestro. Y es que los sucesos que nos muestra Cronenberg son difíciles de digerir no solo por su complejidad existencial en un mundo desconocido pero a la vez tan identificable y que nos desconcierta con personajes que no se detienen a vivir humanidad. Esto va más allá de una obra de la propia naturaleza; es a la larga, como se mencionó anteriormente, el exterminio de todo pensamiento racional.

El milagro que hace Cronenberg en pasar una novela tan ambigua y alucinante al cine es para agradecer, y esta obra, una de las más personales de dicho director, da para reflexionar sobre la existencia, sobre la obra y sobre la realidad de uno de los más controversiales artistas (más bien filósofo) y literarios del siglo XX. Y de paso nos plasma el testamento que nos deja, una estética delirante y tan aterradora como la realidad misma, en la que la mosca en la sopa es prácticamente el condimento central. Una experiencia fílmica que nos obligará a mirar la punta del tenedor antes de tragar.

Por R.M.

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