PIEZAS CONTEMPORÁNEAS o el producto de la inestabilidad:
Al momento de hablar o declarar algo con respecto a cine contemporáneo, se hace confuso reparar o escoger algunos referentes importantes sin caer en la burda y contaminada clasificación cronológica que por tantos años nos ha tenido mal acostumbrado la crítica de medios masivos tanto nacionales como extranjeros. Ante esta premisa desconfiada y escéptica, cabe empezar a desmenuzar algunos conceptos e hitos que han configurado de alguna forma el escenario actual cinematográfico. Quizás sea mejor empezar con un estado general de la obra contemporánea, que sobrepasa la producción cinematográfica abarcando a las otras artes. La pérdida de ejes y de referentes unilaterales, el cambio de posturas frente a cómo entender la obra, hacen de la “inestabilidad” una condición sensible del quehacer artístico actual. Estamos, como dice Severo Sarduy ante un nuevo barroco, una nueva era donde se vuelven a perder las certezas, la seguridad en los paradigmas totalizadores. La forma en cómo van apareciendo formas de enfrentar el lenguaje, hace de esta aseveración de Sarduy, quizás una interrogante digna de seguir profundizando a través de múltiples lecturas, entre arte, cine y sociedad.
El reemplazo de paradigmas en este caso desde el cine nos vuelve a remontar a Jean Luc Godard, no tan sólo en pbras como “Pierrot el loco” o “Vivir su vida”, y sus más radicales como Historie´s du Cinemá, o en Alain Resnais de “Hiroshima mon amour” o “El año pasado en Marienbad”, ambos en búsquedas de significación formal distintas, instalan operaciones que transgreden los límites naturales del cine, del arte y de quien está detrás de la obra. Exceden los límites y los llevan a sus confines. Se quebraban en los 60 los paradigmas de cómo concebir una película. Pasándose a una obra de arte que tiene autor y donde este es libre de escoger los formatos y la estructura narrativa que desee. El fantasma de “la muerte del cine” ha rondado cada cierto tiempo a teóricos y a directores de avanzada. Así como la vanguardia francesa que vociferada la superación del clásico y su reivindicación del autor, en 1995 un grupo de daneses también en un manifiesto decían al mundo que “el cine ha muerto”……”que las películas hay que vestirlas de militar”….”son los nuevos militantes del post cine”….Así se presentaba el movimiento DOGMA 95, que en estricto rigor no trajo nada nuevo a la escena. Nada nuevo que no haya hecho Picabia, Man Ray, Breton, Duchamp y el mismo Buñuel desde el Surrealismo.Además de la no novedad de ciertas posturas, el esfuerzo que hay que realizar es ir hurgando en los tipos de reciclajes y los catalizadores de autorías que la generación post cine moderno ha realizado. Gracias a la aparición del video, los años 80 permitió que muchos jóvenes entre ellos grandes autores contemporáneos, devoraran un inimaginable cuerpo de filmes, desde la serie B, hasta autores clásicos.Por lo tanto no es de extrañar y volviendo a Godard, que como el se hiciera cargo de citas en su cine, el cine contemporáneo sea fruto en muchos casos de múltiples revisiones de cinematografías.
Dentro de este contexto que Calabresse cvategoriza muy bien en su era neo barroca, se configuran varios autores que en esta temporada de INSOMNIA aparecerán:
Peter Greenaway, David Cronenberg, Tsai Ming Liang, Park Chan-wook, Terry Gilliam, Fruit Chan, David Lynch, Guillermo del Toro y Aky Kaurismaky, entre muchos otros.
