Resulta extraño pensar una ciudad sin salas de cine. Un Cine representa un evento, un lugar que enriquece la vida urbana, aquel espacio que colma nuestras expectativas de ocio y de placer.
Nuestra generación creció viendo como morían uno a uno las salas de cine en Valparaíso, sin que nadie hiciera el más mínimo acto fúnebre o de repudio. Así deambulamos por una ciudad llena de cadáveres urbanos, ex cines convertidos en zapaterías, templos evangélicos, persas y otras mutaciones programáticas.
Una ciudad sin cine, es como un cuerpo sin audición o sin vista .
Nuestro apetito cinéfilo, nos hace pensar en aquella sala que siempre quisimos que existiese, aquella que además pudiese contener otro elemento adictivo y propio de Valparaíso, un bar.
Sacar de su largo sueño a una antigua sala de cine que pertenece a una generación olvidada, es también revivir su más secreto tesoro, ser la única sala de cine Grill que queda en su especie en Chile.
Recuperar el CINE CENTRAL y convertirlo en el primer cine arte alternativo de Valparaíso, es el sueño que no podemos conciliar, es lo que no nos deja dormir, es la razón de nuestra INSOMNIA .